Salud

Posibilidades y limitaciones de la vacunación contra el Covid-19 en el continente africano.

Posibilidades y limitaciones de la vacunación contra el Covid-19 en el continente africano.

En África, el tema de la vacunación contra el Covid-19 suscita mucho debate en este periodo de crisis. Madeleine Antoinette Mbom, en calidad de miembro de la Junta Regional de África, nos habla de este tema de actualidad. Refiriéndose como ejemplo a su país, Camerún, nos explica la situación de la llegada de la vacuna en el continente y los obstáculos de la vacunación a gran escala.

En teoría, la vacunación de la población africana contra el Covid-19 brinda distintas posibilidades. Primero, las vacunas serán gratuitas en la mayoría de los países del continente, como es el caso en Camerún, donde gran parte de la población podrá, en principio, beneficiar de la vacuna. El plan de vacunación también ha avanzado rápidamente, permitiendo, desde ya, a todas las personas mayores de edad vacunarse en algunos países, así como en Camerún. Igualmente, el suministro de las vacunas chinas en el país ha brindado la posibilidad de iniciar la campaña de vacunación, aunque la supresión de las patentes de otras vacunas europeas y americanas permitirían fabricar y distribuir vacunas más rápidamente, a bajo coste. En el continente africano, la distribución de las vacunas sigue siendo desigual. El Consejo de Seguridad de la ONU lamenta que la población africana represente el 2% de la vacunación mundial, mientras que la población africana representa un 16% de la población global. No obstante, gracias a la iniciativa de la Unión Africana y al dispositivo Covax, que debería alcanzar a un 20% de la población africana, una nueva distribución de vacunas es ya posible en el continente.

Con respecto a las limitaciones de la vacunación, observamos ante todo que la ignorancia de la población es uno de los principales obstáculos de la vacunación, ya que circulan informaciones falsas, sobre todo en las redes sociales. A esto se suma la mediatización de las críticas sobre la mediocre eficacia de las vacunas chinas y sus posibles efectos secundarios, lo cual suscita el escepticismo de ciertos sectores de la población, que ya eran reacios a la vacunación en general. El miedo a la vacuna contra el coronavirus también se deriva del hecho de que parece obligatoria y de que se le da una importancia exagerada para una enfermedad que no ha hecho tantos estragos en la mayoría de los países africanos, al contrario que otras enfermedades como la malaria o el SIDA, que no tienen cura. Una gran parte de la población también duda de las verdaderas intenciones de las empresas y de los gobiernos con respecto a esta vacuna y, por ahora, pocas personas africanas han querido beneficiar de las primeras vacunas que han recibido sus países. Por último, para las personas que desean vacunarse, también existe el problema de la disponibilidad de las vacunas, la dificultad de transportarlas sin romper la cadena de frío, así como la caducidad de las dosis en algunos países donde las dificultades de transporte, el escepticismo de la población y la falta de infraestructuras sanitarias crean una verdadera desigualdad en la distribución de las vacunas. Mientras que Togo y Ghana han agotado sus existencias, la República Democrática del Congo ha anunciado que va a tener que tirar a la basura casi todas las dosis de AstraZeneca de las 1,7 millones que el país ha recibido, al igual que Malawi y Sudán del Sur.

Madeleine Antoinette MBOM
Responsable adjunta del Centro de Promoción Sanitaria y Social (Camerún)