En noviembre de 1949, el Abbé Pierre es llamado a socorrer a un hombre desesperado que ha intentado suicidarse y, de manera espontánea, hace «lo contrario de la beneficencia»: lo invita a venir a «ayudar[le] a ayudar a otros» construyendo casas para familias sin techo. Georges Legay, que así se llama el socorrido, acepta. Pronto se les unen otros hombres en la casa Emaús de Neuilly-Plaisance; nace la primera comunidad. En enero de 1951, estos cinco compañeros construyen su primera vivienda.
En junio de 1951, el Abbé Pierre no resulta reelegido como diputado. Como empieza a faltar dinero, el Abbé Pierre sale a mendigar a las calles de París. Un compañero propone una solución: hacerse trape-ros. Así, la comunidad empieza a vivir de los bienes y objetos usados que recoge y revende. Poco a po-co se van elaborando reglas a partir de la experiencia: «Jamás aceptaremos que nuestra subsistencia dependa de otra cosa que no sea nuestro trabajo».
A finales de 1953 son ya 180 compañeros, repartidos entre ocho comunidades, los que con escasos y precarios medios han conseguido dar vivienda a 141 familias. El 1 de febrero de 1954, ante la pasividad de las autoridades públicas, el Abbé Pierre realiza su famoso llamamiento por la radio.
