
Erba – Italia
Un laboratorio de «cambio de imagen » para los muebles
CONTEXTO DE LA INICIATIVA
Hace unos meses pusimos en marcha un pequeño laboratorio de remodelación de muebles en un ala de un edificio confiscado a la mafia que el Ayuntamiento de Erba nos había cedido gratuitamente.
A este lugar van a parar algunos de los muebles que conseguimos gracias a nuestra actividad habitual de retirada de objetos de los domicilios. Se trata de piezas que resultan difíciles de vender porque se encuentran en mal estado y su estilo ya no resulta atractivo para los clientes.
ACTIVIDADES LLEVADAS A CABO EN EL MARCO DE LA INICIATIVA
Gracias al espíritu creativo de Patrizia, la artista que hemos contratado para esta labor de «cambio de imagen», y a la colaboración de varios compañeros, conseguimos que todo lo «viejo» recupere un aspecto «nuevo» y, en ocasiones, adquiera una forma completamente diferente de la original.
Por ejemplo, unos cajones inservibles pueden convertirse en cajas para que los niños guarden sus juguetes.
En el laboratorio se llevan a cabo tareas muy variadas: lijar la madera, pintar las diferentes piezas, tratar los muebles agujereados, retirar el polvo y la suciedad acumulada para dar a los objetos una nueva vida…
Aquí el tiempo transcurre apaciblemente. Los compañeros y los voluntarios, organizados en grupos de dos o tres personas, viven momentos muy personales, en los que tienen la posibilidad de hablar entre ellos, de contarse sus historias, al tiempo que crean y transforman.
¿QUIÉN ESTÁ IMPLICADO EN NUESTRO GRUPO?
En total, la comunidad cuenta con diez compañeros.
El taller abre únicamente un día completo y dos medias jornadas por semana. Por el momento, en el laboratorio trabaja solo un compañero, y el jefe de cocina también pasa en él una tarde cada semana.
¿CON QUÉ COLABORADORES SE LLEVA A CABO LA INICIATIVA?


PERSPECTIVAS
Es precisamente al «dar una nueva vida a los objetos» como cada persona descubre en sí misma una dimensión que nunca antes había percibido y que le permite concederse una nueva oportunidad.
Unos cinco meses después de la inauguración del laboratorio, hemos empezado a hacer un recuento de las diferentes piezas remodeladas y de su comercialización.
Se han reparado y decorado unos cincuenta muebles, de los cuales se han vendido prácticamente todos. Desde luego, si ponemos en una balanza los costes (calefacción, electricidad, agua, sueldo de la artista, material…) y los beneficios, por ahora nos encontramos (desde el punto de vista económico) en una situación de pérdidas, ya que hemos optado por no aumentar demasiado el precio de los muebles con el fin de asegurarnos de que se vendan… Pero el objetivo es continuar la actividad y estudiar la evolución y la demanda del público.
En el mercado son muchos los clientes que nos felicitan por este trabajo de «cambio de imagen». Algunos de ellos han solicitado colaborar como voluntarios con el taller o nos han preguntado si organizamos cursos sobre las técnicas empleadas.