Râjshâhi – Bangladesh

Programa de Reducción de la Violencia Doméstica

Áreas de acción

Región / país

CONTEXTO DE LA INICIATIVA

Thanapara Swallows Development Society (TSDS) ha estado trabajando en la frontera con el estado indio de Bengala Occidental y en esta zona de Bangladesh hay un alto índice de divorcios. Si hay cualquier conflicto en una familia, el marido se divorcia fácilmente de su mujer y se muda a la India para trabajar y vivir allí. El marido también intenta muchas veces casarse con otra mujer.

Según la ley bangladesí, si un marido se divorcia de su mujer, tiene que pagar la comida y quedarse con ella una temporada. También tiene que pagarle una suma de dinero. Pero como la mayoría proviene de familias pobres, la mujer no acude al juzgado, y si el marido se muda a otro país es muy difícil hacer algo.

El otro problema social grave en nuestra sociedad es la violencia doméstica. La forma más habitual de violencia doméstica en Bangladesh la siguen ejerciendo los maridos. Según una encuesta realizada por la Oficina de Estadística de Bangladesh en 2015, más del 80,2% de las mujeres casadas han sufrido alguna forma de violencia por parte de sus maridos, ya sea maltrato físico, sexual, económico o emocional.

ACTIVIDADES LLEVADAS A CABO EN EL MARCO DE LA INICIATIVA

Para resolver estos problemas, en el año 2000 empezamos a trabajar en un subdistrito llamado Charghat, donde viven 183.000 personas. Este subdistrito se divide en 6 uniones (pequeñas unidades administrativas gubernamentales y locales rurales) y trabajamos en 4 de ellas, en un radio de 15 km.

Cada semana, los sábados, organizamos sesiones de mediación a las que asisten el marido, la mujer y miembros de la familia, e intentamos resolver el problema. La mediación la gestionan 4 empleados, un coordinador de proyectos y un abogado.

En el 80% de los casos, el diálogo y la mediación solucionan la situación. Cuando se requiere mayor acción, llevamos el caso ante los tribunales. Para la mayoría de las mujeres que nos solicitan, el litigio se resuelve por vía amistosa tras una reunión con las personas implicadas y sus familias. En 2016, de las 115 demandas que recibimos, solamente 8 de ellas no fueron resueltas con mediación y tuvimos que recurrir a la justicia.

En casos de divorcio, la mujer tiene que recibir algo de dinero de su marido, pero no suele ser así. En este caso, ella puede pedirnos ayuda. Nuestra responsabilidad es concertar una cita y presionar al marido para que le pague el dinero a su mujer al divorciarse. En la ley musulmana existe una norma que obliga a los hombres cuando se casan a declarar una determinada cantidad de dinero y, si se divorcian, tienen que pagar cierta cantidad a la mujer. Pero en Bangladesh nadie respeta esta norma. Prometen pagar, pero no pagan nada. En las reuniones intentamos presionarle: «si no pagas, llevamos el caso a los tribunales y finalmente tendrás que darle el dinero».

En los casos de violencia conyugal, trabajamos con mujeres que son víctimas de violencia. Las apoyamos a través de programas: asesoría y grupos de apoyo, asistencia jurídica y comunitaria y un alojamiento temporal.

Definimos la violencia conyugal como agresión física, violencia psicológica y/o abuso sexual entre adultos miembros de una misma familia. Desgraciadamente, numerosas víctimas no señalan la violencia conyugal y la mantienen en secreto por diversas razones complejas, como el miedo al agresor, la negación de la gravedad de la situación, ataduras económicas, falta de conocimientos sobre posibles alternativas mediante servicios sociales, etc. Además, las víctimas no piden ayuda a los amigos o miembros de la familia por miedo a la estigmatización social, tabús culturales, sentimientos de vergüenza y/o falta general de comprensión del ciclo de la violencia conyugal.

Las mujeres maltratadas no tienen a dónde ir cuando se les echa de casa. Acuden a nosotros, llamamos a los familiares para concertar una cita e intentamos convercerles de que actuar así no es justo. Después de 2 o 3 reuniones, les convencemos y la mujer puede volver a la casa de su marido.

Durante los 6 meses que siguen a la mediación hacemos un seguimiento de la situación, enviando a alguien a la casa para ver cómo avanzan las cosas. En la mayoría de casos el problema es resuelve.

¿QUIÉN ESTÁ IMPLICADO EN NUESTRO GRUPO?

Los empleados y un abogado.

¿CON QUÉ COLABORADORES SE LLEVA A CABO LA INICIATIVA?

PERSPECTIVAS

Antes de 2010 no había ninguna ley que dictara que las mujeres podían acudir a la policía y presentar una demanda contra sus maridos maltratadores. Desde 2010 existe una ley y ahora pueden ir y pedir ayuda a la policía y al gobierno.

La entrada en vigor de la Ley (de Prevención y Protección) de Violencia Doméstica de 2010 fue el resultado positivo de una campaña prolongada realizada por diversas organizaciones y entidades no gubernamentales (ONGs), junto con el apoyo del Ministerio de la Mujer y la Infancia.

La Asociación Nacional Bangladesí de Abogadas organizó reuniones con otras ONG, insistiendo en que teníamos que tomar la iniciativa y presionar a los líderes políticos para que aprueben la ley y las mujeres maltratadas tengan el respaldo del gobierno. La campaña de presión duró 2 o 3 años con todos los miembros del parlamento, de la justicia, de las redes, etc.

A nivel local, gracias a nuestra implicación activa, la violencia se redujo en nuestra zona. En dos pueblos modelo la violencia doméstica desapareció.

¿ALGO QUE AÑADIR SOBRE LA INICIATIVA?

¿CUÁLES SON NUESTRAS PERSPECTIVAS?