Aïcha Sissoko: En Burkina Faso, «Las mujeres no tienen ni voz ni voto con respecto a lo que se hace con la tierra»

“Garantizar el acceso de las mujeres a la vida política y económica, y luchar contra las desigualdades y la violencia de que son víctimas” es la cuarta reivindicación de nuestro Informe Mundial. En Burkina Faso, la acción de Pag-la-Yiri ilustra muy bien los esfuerzos del Movimiento Emaús para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres.  Para conseguirlo, la asociación con sede en la región rural de Zabré (en el sur del país) lleva años luchando para que las mujeres puedan cultivar sus propias parcelas a largo plazo.

Entrevista con Aïcha Bintou Sissoko, coordinadora del grupo Emaús Pag-la-Yiri. Trabaja sobre todo en el enfoque de género en los proyectos de desarrollo de la asociación.

¿Por qué a las mujeres del medio rural de Burkina Faso les resulta tan difícil tener tierras agrícolas en propiedad?

Las mujeres no tienen ni voz ni voto con respecto a lo que se hace con la tierra, a pesar de que la legislación burkinesa establece que las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos de acceso y control de la tierra y los recursos naturales, pero prevalecen sobre la ley las prácticas costumbristas y tradicionales en las que las mujeres rara vez heredan tierras. La tierra es en la mayoría de los casos una propiedad familiar gestionada por el cabeza de familia, que suele ser un hombre.

• La gobernanza de la tierra está muy descentralizada en Burkina Faso, las decisiones con respecto a la tierra se toman a nivel local. Cabe señalar también que la gestión de la tierra difiere de un pueblo a otro. Las personas encargadas de gestionar el acceso de la población a la tierra son el jefe del pueblo y/o el jefe de la tierra, y en algunos pueblos el jefe del pueblo desempeña ambas funciones.

¿Qué hace Emaús Pag-la-Yiri en su día a día para apoyar a estas mujeres perjudicadas?

Nuestra asociación trabaja a través de la negociación y la mediación, ya sea con los maridos o con los terratenientes. A menudo pedimos a las mujeres que prometan al terrateniente algo a cambio (parte de su cosecha, por ejemplo) por cada cosecha y por el número de años que cultiven la tierra. Si respetan esta promesa, es más probable que les dejen cultivar la tierra durante algunos años, sobre todo si practican la agroecología.

También podemos integrar a las mujeres perjudicadas en los grupos o cooperativas a los que nuestra asociación da apoyo.

Al mismo tiempo, seguimos presionando a las autoridades y concienciando a la opinión pública.

¿Cómo valoráis los éxitos y avances en materia de derechos de las mujeres que se han conseguido gracias a la labor de Pag la Yiri?

Desde su creación, nuestra asociación ha hecho de la defensa de la mujer rural su lucha diaria. 

En el ámbito de la educación, además de la alfabetización y las campañas de concienciación sobre la educación para todos/as, la asociación conciencia a las mujeres para que se integren en asociaciones de madres educadoras. Las organiza para proporcionar agua potable a los niños de las escuelas alejadas de los puntos de acceso al agua potable, y anima a las madres a elegir el comedor escolar para garantizar una alimentación equilibrada a sus hijos. Animamos a las madres a apoyar las iniciativas de la escuela para atender mejor a sus hijos.

La asociación contribuye a que las niñas sigan yendo a la escuela hasta el bachillerato mediante la concienciación de los padres y el seguimiento de las niñas alojadas en el albergue Abbé Pierre. Este curso 2022-2023, cinco niñas de la primera generación de nuestro hogar se presentaron al bachillerato y tres fueron admitidas.

En el ámbito de la salud, Pag-la-Yiri emplea a personal para derivar a los pacientes a los Centros de Salud y de Promoción Social (CSPS), y para concienciar sobre diversos temas (salud reproductiva, paludismo, enfermedades transmisibles, lucha contra las prácticas nocivas para la mujer, incluida la circuncisión femenina, gestión de la menstruación de las niñas, higiene, etc.). También utiliza su emisora de radio para concienciar al público.

Por último, en 2022-2023, la asociación formará a 200 jóvenes de entre 18 y 35 años (120 chicas y 80 chicos) y a 40 mujeres líderes de asociaciones y partidos políticos en orientación política, comunicación no violenta, liderazgo, promoción, espíritu empresarial y educación financiera. 12 mentores (de asociaciones, economía y política) están orientando ya a 240 líderes. La asociación está preparando a nuevos líderes políticos jóvenes y a mujeres rurales para mejorar la gobernanza política de los municipios a partir de 2024.