«Y, por último, cómo olvidar mencionar también, al dar comienzo a nuestro trabajo, esta nueva dimensión que desde hace algunos años se ha abierto camino en el movimiento Emaús con la participación constante y creciente de la juventud, voluntaria en nuestros campos de trabajo de vacaciones. Descubrimos, así, (…) que Emaús no solamente responde a las expectativas de los pobres, no solamente ayuda a despertar a los privilegiados, sino que también aporta luz y movimiento a esta incontable juventud que busca. (…) Sin embargo, vemos que en esta tormenta, gran parte de esa juventud siente un choque dentro de sí misma y recobra una verdadera esperanza cuando descubre lo que pretende hacer el movimiento Emaús».

Fragmento del discurso de inauguración de la primera Asamblea General. Abbé Pierre, 24.05.1969

La juventud participa en voluntariados a nivel internacional

El 11 de mayo 1955, durante una conferencia en San Francisco, el Abbé Pierre lanza un llamamiento conmovedor a la humanidad y al voluntariado, para luchar contra la pobreza y el sufrimiento humano.

Desde el principio, gente voluntaria pone sus competencias y su tiempo al servicio de las primeras comunidades Emaús. En 1958 invitan al Abbé Pierre a Suecia, donde el sistema social es tan avanzado que la juventud no sabe en qué lucha implicarse. El país vive una ola de suicidios de estudiantes. El Abbé Pierre los invita a actuar como voluntarios «en medio de los que sufren» en los países en desarrollo.

Al año siguiente, Susan Sandberg y sus amigos crean la asociación Svalorna (en español, golondrinas), nombre que llevarán los voluntarios, quienes, cuan aves migratorias, tienen que volver a su país para contar su experiencia e interpelar a la población y a los poderes públicos sobre la ayuda a los países en vías de desarrollo. Se envía a los primeros voluntarios suecos a Perú y después a la India. Pronto siguen el ejemplo otros jóvenes daneses, fineses, noruegos y algunos franceses.

De estas iniciativas nacen algunos grupos Emaús, la mayoría de los cuales siguen activos hoy.

Campos de trabajo de juventud en Francia y en Europa

En Francia, los primeros campos de juventud se organizan en 1963. La comunidad itinerante de Emaús llevaba recorriendo Normandía desde 1956, cuando en el verano de 1962 decide acoger a estudiantes de secundaria durante sus vacaciones. El objetivo es permitirles vivir la experiencia de Emaús: la vida comunitaria y el trabajo de trapería —recogida, clasificación y venta de objetos—, yendo a conocer a la población y a las autoridades locales, todo ello en un afán de prestar servicio.

Respondiendo a la demanda, la experiencia se repite en 1963 fuera de la comunidad, mediante el primer campamento internacional de juventud. El número de participantes enseguida aumenta significativamente. Llegan muchos jóvenes de otros países europeos y los campamentos internacionales se convierten en un evento independiente de la comunidad itinerante en 1965. En los años 60 y 70, reciben a varios miles de jóvenes cada verano. A veces se organizan en el extranjero: España, Dinamarca, Italia, pero también Finlandia a partir de 1968 y Alemania.

Hoy día, estos campamentos de jóvenes siguen acogiendo en verano a jóvenes del mundo entero. En Francia, es Emaús Francia quien los coordina, en Europa, nuestra entidad regional Emaús Europa.

Creación de grupos a raíz de estos campamentos

Después de la organización de un campamento internacional de juventud se crean numerosas comunidades o comités de amigos de Emaús. Estos campamentos también son un espacio idóneo para la formación de futuros responsables y militantes de Emaús.

En el verano de 1969 se organizan 56 campamentos internacionales en 44 ciudades de Dinamarca, en los que participan 5000 jóvenes, de los cuales 3000 proceden del extranjero. La primera comunidad de traperos daneses se crea poco después.

En 1967, 24 ciudades del norte de Italia organizan campamentos. Esta iniciativa tiene un gran éxito y contribuye a dar a conocer y a desarrollar Emaús en Italia.

En 1970, el modelo cruza la frontera de los Pirineos. Algunos jóvenes españoles toman el relevo y organizan campos de trabajo cada verano. En 1976, cerca de Bilbao, nace la primera comunidad de traperos. En Pamplona, la acción de Emaús se inicia en 1972 con un campamento de verano, que acaba dando lugar a la segunda comunidad en 1978.

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