Cultura

Emmaüs y el mundo: un slam de Patrick Guillain

Emmaüs y el mundo: un slam de Patrick Guillain

Patrick Guillain escribió e interpretó un slam durante el 50º aniversario del Manifiesto Universal del movimiento Emaús, celebrado el 24 de mayo de 2019 en Berna. En su texto aborda los fundamentos y las luchas de Emaús, pero también el Manifiesto Universal, que decidió poner en perspectiva ante las tendencias mundiales y, en concreto, ante la economía de mercado. ¡Descubran su texto!

Emaús y el mundo

Mientras que el mundo corriente contempla la miseria, tras críticas y comentarios
se atrinchera,
sin poder callarse,
sin querer hacer nada.
Por miedo, por falsa modestia.
«¡Mira, muere alguien!
¡No hagas nada, no vayas a equivocarte!»
Emaús, contracorriente, pasa a la acción.
Emaús es un manifiesto,
una manifestación de actuaciones,
actuaciones en terreno,
incendio, cataclismo, acto altruista.
Construir, reparar, financiar, acoger,
exigencia sin nada a cambio y sin equívoco.
Emaús rastrea la fría vereda,
convertirá la miseria en su presa.

Saberse favorecido y hacerse cargo
porque la suerte puede cambiar.
Un día, privilegiado; un día, privado y perjudicado.

Hace medio siglo que Emaús imbricó su tejido social en el seno de una humanidad
deshumanizada.
Medio siglo manteniendo un rumbo que no acepta que se acapare,
ni la avaricia, los valores venales o los derivados de un mundo ávido que se degrada a sí mismo,
egocéntrico.
El mundo dicta: ¡Solo yo, plata!
Emaús replica: ¡Todos y estados éticos!

«¿Por qué prestar servicio
si lo que cuenta es el beneficio?»
El mercado absorbe.
El mercado absorbe, consume recursos exiguos
en aras de riquezas absurdas.
Abusa, rompe, tira, corta.
El mercado es duro, el mercado es distante;
Emaús, cercano, se preocupa por quien tiene al lado

Desde luego, la tecnología, su progreso, sus proezas, sus promesas,
pero se adelanta a la esencia humana y abandona
a quienes no se acoplan, no se dejan menoscabar, a quienes no se ha cuidado, «a quienes no son exactamente como
habíamos pensado »
Ignora la debilidad.
Los fuertes con los fuertes y si te caes seguimos avanzando.
El mundo sigue su paso loco y abandona su propio equipaje a la deriva.
Es el precio que paga para no perder velocidad
quien pide más cada día,
quien no cesa nunca
Entre guerras armadas y bombas de indiferencia,
en pleno tormento planetario,
Emaús se alza con consciencia.

¿Yo
tengo derecho a preocuparme solo por mí?
Donde se demanda la princesa perfecta sin deudas, con dote, un yate.
Y, por favor, el cuerpo de una vedette.
Donde se exige un superhombre con el currículo hinchado con helio de experiencias
Cuya suma asciende por lo menos a tres toneladas.
Y, por favor, con traje de Channel.
Emaús dice «acogida incondicional»

Porque la sociedad se había olvidado del otro
Del otro que no es uno mismo
Del otro roñoso, desdichado, humilde, maravilloso
Del otro único y con vida
Del otro que no cabe en un cartel, un CV, un anuncio, una pantalla

Fuera, este imperio pesado y sordo, dispuesto a lo peor
debe contar con resistencias que no frivolicen con el futuro
con corrientes que ahuyenten el polvo, liberen, ahuyenten la miseria

Hace cincuenta años aquí mismo se libró un combate.
Porta las voces
con más fraternidad que el fajo de billetes,
con más fuerza que los moldes.
Cincuenta años más tarde, Emaús no se ha desviado ni lo más mínimo ni ha perdido un ápice de
sentido
Un tratado universal, jurado,
que une a comunidades, amistades y voluntarios.
Una historia, un Padre,
un vínculo que pone en el centro al ser humano y al planeta.
Cincuenta años, ¡muchas felicidades!

© Guillain_2019