La dimensión internacional es esencial en el legado del Abbé Pierre, tal y como atestiguan sus distintos compromisos. Ya al final de la Segunda Guerra Mundial era central en sus inquietudes, con el claro objetivo de la paz.

Emaús, un albergue de juventud internacional

Como diputado del Movimiento Republicano Popular (MRP) desde 1945, el Abbé Pierre se instala en octubre de 1947 con su secretaria Lucie Coutaz en una gran casa en ruinas en Neuilly-Plaisance, a las afueras de París. Después de vivir allí como inquilino, acaba comprando la casa gracias a las dietas parlamentarias que percibe. Los fines de semana de invierno organiza en ella reuniones de curas obreros, seminaristas, militantes obreros jóvenes y adultos, scouts y equipos del MRP, entre otros. En verano acoge un albergue internacional de jóvenes autorizado desde 1949. Su finalidad es reconciliar a la juventud europea cuyos padres habían luchado en bandos contrarios durante la Segunda Guerra Mundial. El Abbé Pierre le da el nombre de Emaús, en referencia al pueblo palestino en el que algunos discípulos de Jesucristo, desesperados, recobraron la esperanza.

Obrar por la paz en el mundo

A partir de 1947, el abate defiende la idea de una autoridad que se sitúe por encima de los Estados. Se implica activamente en distintas corrientes del federalismo mundial. Preside, durante cuatro años, el Comité Ejecutivo del Movimiento Universal por una Confederación Mundial (M.U.C.M.). Como tal, participa en la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Además del MUCM, el Abbé Pierre funda, dirige o simplemente participa en numerosas organizaciones federalistas mundiales o europeas.

Igual de significativo es su compromiso con el pacifismo, como lo demuestra la larga lista de movimientos de los que forma parte o apoya. Citamos, por ejemplo: Action civique non violente, World Peace Brigade for Non-Violent Action, Comité pour la défense de la liberté et du droit, International Confederation for Disarmament and Peace, Mouvement international de la réconciliation (M.I.R.), Union pacifiste de France (afiliada a la Internacional de Resistentes a la Guerra).

Estos numerosos compromisos, entre otros, lo obligan a viajar muy a menudo para dar conferencias o conocer a personalidades de todo el mundo. Dichos viajes le brindan oportunidades de conectar con otras iniciativas similares a las de las comunidades Emaús de Francia y de inspirar la creación de nuevos grupos. En los años 50 y 60 se producen numerosos intercambios en lo que era, por entonces, solamente una red. Por ejemplo, es el caso de Oscar Pregnan y José  Aravena, dos jóvenes chilenos que iniciaron acciones similares en su país, junto con su grupo Las Urracas. Hoy día, la red de grupos Emaús de Chile sigue adelante con su acción en cuatro comunidades de Santiago.

Desde su creación en 1971, Emaús Internacional se considera ante todo una red internacional de encuentros e intercambios, que permite fortalecer luchas locales o desarrollar luchas colectivas contra la pobreza y las injusticias.

Una gobernanza verdaderamente internacional

La inspiración internacional se refleja en la actual organización del movimiento, con una coordinación descentralizada a través de agrupaciones continentales llamadas «regiones» (África, Asia, América y Europa). La dirección política, en manos del Consejo de Administración, reúne a personas procedentes de cada región.

Cada dos y cada cuatro años se organizan asambleas regiones y mundiales respectivamente, en las que participan todos los grupos miembros para permitir el encuentro y el diálogo a nivel internacional entre actores de terreno. Dichas reuniones periódicas se complementan con muchos otros encuentros, como charlas o campos internacionales de trabajo.

Para más información: Vida del Movimiento

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