Indignado por la pasividad de las autoridades ante la auténtica crisis humanitaria provocada por la falta de vivienda y afectado profundamente por el sufrimiento de tanta gente, lanza un llamamiento el 1 de febrero de 1954. Esto produce un enorme efecto de solidaridad popular y la reacción política tan esperada para construir viviendas. 

A finales de 1953, Francia cuenta oficialmente 7 millones de personas en condiciones precarias de vivienda. La acción de los compañeros de Emaús no basta. El Abbé Pierre sueña con lanzar un verdadero proyecto de construcción: «las viviendas de emergencia». Su amigo diputado Léo Hamon presenta y apoya un proyecto de ley que pretende conceder mil millones de francos de los fondos de reconstrucción a las viviendas de emergencia. El Consejo de la República aplaza sine die el borrador.  

El Abbé Pierre se entera de esto la noche del 3 al 4 de enero de 1954, cuando le anuncian también que había muerto de frío un bebé en un autobús viejo, en una barriada de las afueras de París (Cité des Coquelicots – barriada de las amapolas). Escribe una carta abierta al ministro de la vivienda, quien asiste al entierro del bebé, ceremonia que el Abbé Pierre califica de «funeral de la vergüenza nacional». 

Mientras que el Ministerio de Interiores endurece las órdenes de desahucio, el abate y sus compañeros recorren las calles de París distribuyendo mantas, sopas y cafés calientes a personas que duermen en la calle. En las ondas de Radio Luxemburgo también lanza la idea de los billetes de 100 francos, diciendo «Me dicen que nos escuchan diez millones de oyentes. Si cada uno donase cien francos […] sin que suponga privarse de un solo gramo de mantequilla en el pan, ¡calculen cuánto sería!» En cuatro días se recaudó más de un millón en billetes de 100 francos. El 31 de enero de 1954 abre el primer centro fraterno de asistencia en la calle Montagne-Sainte-Geneviève de París, seguido de un segundo en Courbevoie. 

A pesar de estos esfuerzos, la mañana del 1 de febrero de 1954, el Abbé Pierre se entera de que una mujer ha muerto de frío en la calle, dos días después de haber sido desalojada de su vivienda. Junto con su amigo periodista parlamentario Georges Verpraet redactan un llamamiento, que leen primero en la radio Paris-Inter y después en la Radio Luxemburgo, el mismo día.

Escuchar el llamamiento del Abbé Pierre

Este llamamiento provoca un inmenso efecto de solidaridad popular, conocido como «la insurrección de la bondad». El Abbé Pierre prefiere verlo como la «insurrección de la inteligencia contra lo absurdo y por la justicia». Se recibe una avalancha de donaciones monetarias y materiales para ayudar a las personas sin hogar. Gracias a la influencia de la radio, el Abbé Pierre se convierte de pronto en el emblema de la «guerra contra la pobreza». Entre otros, Charles Chaplin dona dos millones de francos, diciendo: «No los dono, los devuelvo. Pertenecen al vagabundo que fui y que representé». 

El gobierno sigue el ejemplo: tres días más tarde envía diez millones de francos para construir 10 000 viviendas de emergencia y somete a votación una ley que interdice los desahucios en invierno.  

El Abbé Pierre aprovecha esta notoriedad repentina para lanzar Faim & Soif, en junio de 1954, un nuevo género de periódico que pretende sensibilizar a la opinión pública sobre estos problemas en Francia y en el mundo y «para decir lo que se no dice».

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