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Tribuna: «cambiar la política migratoria: ¡sí se puede!»

Tribuna: «cambiar la política migratoria: ¡sí se puede!»
Mientras la Asamblea Nacional francesa debate sobre inmigración y un nuevo endurecimiento de las condiciones de acogida de inmigrantes, autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil se alían para demostrar que se puede cambiar la política migratoria. Leer tribuna de Damien Carême (Presidente de ANVITA) y Nathalie Péré-Marzano (Presidenta de la OCU).

¡Sí se puede cambiar la política migratoria! Autoridades locales, representantes y actores de la sociedad civil lo demostramos cada día.

Es un hecho: en todo el mundo, la acogida y la integración diaria de las personas migrantes corre por cuenta de las autoridades locales, con la ayuda de la sociedad civil (ciudadanos comprometidos y asociaciones). Las solicitudes de los recién llegados de acceso al alojamiento, a la atención sanitaria, al empleo y a la educación se gestionan a nivel local. También a nivel local se da el primer acto de acogida y de generosidad de la población local, así como las tensiones que ello puede provocar en ocasiones. La ciudad es el lugar en el que convivirán la población local y la población extranjera.

Sin embargo, son los Estados quienes definen y aplican las políticas migratorias. Ellos y solamente ellos. La mayoría ha decidido responder con el cierre de fronteras a la llegada de personas en busca de una vida digna. Instauran políticas migratorias nacionales hostiles, cada vez más inhumanas, cuyo impacto en la vida de las personas exiliadas que llegan o que quieren asentarse en nuestras ciudades nos escandaliza.

Los Estados instauran políticas migratorias nacionales hostiles, cada vez más inhumanas.


La posible reducción en Francia de las prestaciones de la llamada Asistencia Médica de Estado (AME) y el endurecimiento de las condiciones para la reagrupación familiar que el gobierno francés quiere aplicar, así como la reciente creación de la figura del comisario europeo de «protección del estilo de vida europeo» encargado de la inmigración constituyen una escalada más de esta inhumanidad que parece guiar a la mayoría de responsables políticos en Francia y en Europa. Este enfoque, que refuerza las tensiones convirtiendo las migraciones en «un problema» o «una crisis» que origina todas nuestras dificultades económicas y sociales, es inadmisible. Más allá de ser indigno, sencillamente no está a la altura del desafío. Las muertes diarias, tanto en el Mediterráneo como en otros lugares, demuestran su pavorosa ineficacia. ¡Las migraciones son constitutivas del siglo XXI! El cambio de enfoque es un desafío para concebir nuestro futuro común en un mundo en paz. Autoridades locales, representantes y miembros de la sociedad civil demostramos cada día, a nivel local, que existen alternativas realistas que se pueden replicar a mayor escala.

Una alianza inédita

Numerosas experiencias locales puestas en marcha junto con la sociedad civil han surgido en todo el mundo: Sao Paulo (Brasil) permite la participación de personas migrantes en los consejos municipales; Barcelona (España) acompaña a las personas solicitantes de asilo en sus trámites; Nueva York y San Francisco (Estados Unidos) se han declarado «ciudades refugio» para oficializar su resistencia a las políticas discriminatorias; Bayona y Ruan siguen acogiendo a pesar de la hostilidad del Estado; Palermo (Italia) ha adoptado la carta «De la migración como sufrimiento, a la movilidad como derecho humano inalienable», etc. Tantas experiencias que ponen de manifiesto que, juntos, defendemos propuestas realistas e inteligentes, muy alejadas de las políticas de rechazo y repliegue identitario.

Basándonos en estas experiencias, queremos defender una gobernanza alternativa de las migraciones, una visión diferente de las políticas migratorias que la que se nos impone mediante las decisiones tomadas a escala nacional, regional o europea. Juntos, queremos permitir la acogida incondicional de las personas que buscan refugio y promover políticas migratorias que respeten los derechos de todas las personas.

Por todo ello, hoy lanzamos un frente común por una alianza sólida entre autoridades locales y sociedad civil. Una alianza inédita, para valorar las iniciativas locales que llevan a cabo las administraciones locales y los movimientos sociales. Una alianza para defender, de lo local a lo internacional, una gobernanza de las migraciones basada en la acogida digna y el respeto de los derechos fundamentales, desde una visión global de la ciudadanía.

Una alianza cuyas líneas principales de trabajo sean permitir a las personas migrantes ser activamente parte de la ciudad y ciudadanos de nuestras ciudades; construir conjuntamente nuestras políticas de acogida, para brindarnos la oportunidad de reinventar localmente nuestras democracias; y contar una historia diferente de las migraciones, anclada en la realidad histórica y estadística, sin derivas xenófobas.

¡Sí se puede cambiar la política migratoria, y somos prueba de ello cada día!

Damien Carême (Presidente de la Asociación Nacional de Ciudades y Territorios Acogedores – ANVITA)
Nathalie Pere-Marzano (Presidenta de la Organización por una Ciudadanía Universal – OCU)