Figuras destacadas de Emaús Internacional - Entrevista a Pepe Aravena (Chile)

Figuras destacadas de Emaús Internacional - Entrevista a Pepe Aravena (Chile)

El 24 de mayo de 1969 se celebraba la primera Asamblea Mundial de los grupos Emaús en el Parlamento Federal de Berna, Suiza, un evento fundador para Emaús Internacional gracias a la adopción del Manifiesto Universal. Exactamente 50 años más tarde, más de 180 representantes de Emaús Internacional de los 4 continentes se reunieron en el mismo lugar y, entre ellos, algunas figuras veteranas de Emaús Internacional presentes desde la primera Asamblea Mundial. Nuestra serie «Figuras destacadas del movimiento Emaús Internacional» da la palabra a las personas garantes de la memoria del movimiento, quienes, a través de su experiencia de vida, nos cuentan los inicios y la evolución de Emaús Internacional.

José Aravena, apodado Pepe, es el fundador y presidente del grupo chileno Emaús Las Urracas. Fue miembro del comité provisional de preparación de la Asamblea General fundadora de 1969.

Cuando su barco naufragia en 1963 en el Río de la Plata, el Abbé Pierre roza muy de cerca la muerte. Es entonces cuando se da cuenta de la importancia de estructurar los grupos Emaús del mundo, ya que era la única persona que los conocía y tenía sus contactos. «Si hubiera perdido su voluminosa libreta donde lo tenía todo apuntado, no habría quedado casi rastro del movimiento», nos cuenta Pepe.

«Fue entonces cuando nos pidió que fuéramos a Lima a conocer el día a día de un pequeño grupo. Había una gran dispersión de grupos Emaús en Lima y era interesante poder ayudar un poco con la coordinación. Y, por lo tanto, nos tocó a nosotros ser partícipes de las primeras reflexiones que el Abbé Pierre se hizo para crear un movimiento de carácter internacional. Por esas casualidades del destino —el naufragio—, nació en Latinoamérica y Sudamérica una conciencia del destino que nosotros tratamos de asumir desde sus orígenes».

En su entrevista nos cuenta esos eventos que llevaron al Abbé Pierre a proponer la creación de una estructura internacional que vinculara a los grupos Emaús dispersos por todo el mundo. Este proceso desembocó en la adopción del Manifiesto Universal en 1969, texto fundador de Emaús Internacional, ilustrando la importancia del internacionalismo en la construcción y el refuerzo de las luchas individuales y colectivas.

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