Emaús Björkå y su solidaridad con los migrantes

El grupo sueco Emaús Björkå realiza el trabajo tradicional de las comunidades de Emaús: recogida de objetos, clasificación, reparación y reventa a bajo precio. Pero su particularidad reside en que los beneficios obtenidos se utilizan principalmente para financiar iniciativas solidarias y reivindicativas de defensa de los migrantes.

Entrevista con Kristin Ivarsson, empleado de la asociación.

¿En qué consiste el trabajo de Emaús Björkå con los migrantes?

En abril de 2015 decidimos centrar toda la solidaridad de Emaús Björkå en ayudar a los migrantes y refugiados. Desde entonces, a través de varias organizaciones colaboradoras, proporcionamos ropa, zapatos y bonos de compra para nuestras salas de ventas, tanto a migrantes europeos como a “sin papeles” a quienes se ha denegado la solicitud de asilo. Además, apoyamos económicamente a otras organizaciones que les proporcionan una vivienda, alimentos, atención sanitaria y asistencia jurídica. A escala internacional, apoyamos proyectos relacionados con la sanidad, la educación y las actividades infantiles de los refugiados palestinos y saharauis que viven en campamentos en unas condiciones especialmente difíciles, donde la necesidad de ayuda humanitaria es inmensa.

¿Se hace también una labor más política? 

Sí, ya que nuestro objetivo, que compartimos con todo el movimiento Emaús, consiste en erradicar las causas de la pobreza y las injusticias. Durante los últimos meses, hemos participado en el debate político sueco para intentar defender una política de asilo humana y abierta. El pasado otoño, la difusión en los medios de comunicación de las escalofriantes imágenes de refugiados muertos en el mar llevó a una verdadera concienciación. Tanto la población como los políticos tuvieron un fugaz impulso de solidaridad y apertura, pero poco a poco las posiciones políticas hacia los refugiados se fueron endureciendo con el objetivo de disuadir a los migrantes de venir a Suecia. Desde principios de 2016, Suecia impone controles de identidad en sus fronteras, cerrando por completo la puerta a los migrantes y violando el principio de derecho de asilo. Estamos trabajando, junto con otras organizaciones, para denunciar esta violación del derecho de asilo a través de distintas iniciativas: organización de manifestaciones y utilización de los escaparates de nuestras tiendas para sensibilizar al público sobre los derechos de los migrantes y refugiados.
Suecia es uno de los países más ricos del mundo y es triste y vergonzoso ver cómo evoluciona la situación.

Foto: Kristofer Lundberg

¿Qué puede hacer Emaús para defender la causa de los migrantes?

Debemos continuar proponiendo alternativas. Emaús Internacional es una de las organizaciones más importantes que se atreve a defender la libertad de circulación y residencia de las personas. La apertura de las fronteras es la única forma razonable y realista de avanzar realmente hacia el respeto de los seres humanos. Debemos continuar defendiendo este principio y actuando para ayudar a salvar vidas en las rutas migratorias. Los migrantes aportan a los países de acogida nuevas ideas, experiencias y conocimientos. Hoy por hoy, numerosos estudios muestran los efectos positivos que tienen las migraciones en la economía de los países de acogida. Pero esa no es la cuestión… ¡Habría que acoger a los migrantes y refugiados aunque no “aportaran” nada!  Los derechos humanos, al igual que el derecho de asilo, no son derechos que haya que ganarse, sino que hay que aplicarlos a todo ser humano, sin distinción.