En 1966, David Kirk ––un antiguo compañero de Martin Luther King y sacerdote de rito melquita, inspi-rado por Dorothy Day y su Movimiento del Trabajador Católico–– funda en Nueva York junto con algu-nos amigos (entre quienes están el jesuita Daniel Berrigan y su hermano) la Casa de Emaús, centro del llamado Movimiento para el Cambio en la Iglesia y en la Sociedad. Se trata de una comunidad ecuménica, situada en el barrio de Harlem, orientada hacia la no violencia y el rechazo a la Guerra de Vietnam y con fuerte presencia entre los negros y puertorriqueños. Pasarán varios años hasta que Emaús Harlem oiga hablar del Abbé Pierre y se una al movimiento Emaús, que lleva su mismo nombre.
