Desde su creación por iniciativa del Abbé Pierre, el movimiento Emaús se ha construido a partir del encuentro entre personas que viven en situación de exclusión y personas con trayectorias de vida más privilegiadas, que construyen juntas alternativas para salir de la pobreza y permitir que toda persona pueda llevar una vida digna. Hoy, los grupos Emaús perpetúan esta visión, ya que siguen estando convencidos de que este trabajo colectivo, la integración y la implicación de las personas más vulnerables para «ayudar a ayudar» es lo que les permite reconstruirse y volver a encontrarle sentido a la vida.  

Desde hace más de diez años, Emaús Internacional lleva a cabo programas llamados ‘colectivos y de gran envergadura’*, que demuestran la capacidad de las personas excluidas de la sociedad de reapropiarse sus derechos, gestionarlos y convertirse en auténticos vectores de transformación social.  

Al situar a las personas desfavorecidas en el centro de su funcionamiento, estos programas permiten a poblaciones en situación de extrema pobreza construir alternativas para el acceso y la gestión ciudadana de sus derechos, con el apoyo de numerosos grupos del movimiento. Dichas alternativas demuestran que es posible alcanzar un modelo de desarrollo distinto y sirven de ejemplo para políticas públicas justas y equitativas.  

*Listado de los programas colectivos de solidaridad 

«Nuestra primera obligación humana es acoger dignamente y ofrecer a las personas más vulnerables los medios educativos que les permita recuperar la autoestima, decidir por sí mismas e integrarse en la sociedad.»

«Las Voces de Emaús», primer informe mundial de Emaús Internacional sobre sus luchas contra la pobreza