Solidaridad con las luchas campesinas por un mundo sostenible
La actual crisis sanitaria revela las taras de un sistema económico basado en la agricultura intensiva, generadora de desigualdad y exclusión. Se intuye una crisis alimentaria y está en juego la supervivencia de la agricultura campesina.
En este día internacional de conmemoración de las luchas campesinas, Emaús Internacional recuerda la importancia de su lucha por la justicia social y medioambiental e insta a los gobiernos a aplicar sin más demora la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales.
La crisis sanitaria derivada del Covid19 pone de manifiesto una aguda crisis política de un sistema que genera desigualdades y que debilita siempre más a las personas más desfavorecidas. Mientras que en el más alto nivel de los organismos internacionales se están celebrando debates sobre los planes de reactivación para mantener a flote sectores económicos enteros, no se está proponiendo nada para ayudar a los trabajadores precarios y campesinos. Sin una reacción urgente de los gobiernos, estas poblaciones serán seguramente las más afectadas; poblaciones que ya viven en situaciones de una gran pobreza en todo el mundo, sin paro, ni seguro, ni cobertura sanitaria. Obligadas hoy a confinarse, estas personas están expuestas a una grave falta de recursos como consecuencia de la falta de acceso al agua, a la comida y a los servicios básicos, casi siempre de pago e inasequibles.
A los crecientes riesgos sanitarios que corren los trabajadores de los sectores informales y campesinos y sobre los que advierte la Organización Internacional del Trabajo1, se añade el riesgo de una crisis alimentaria sin precedentes. Dicha crisis podría afectar a al menos 113 millones de personas que ya vivían en una situación de inseguridad alimentaria aguda antes de la crisis, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
En septiembre de 2018, Emaús Internacional celebró el primer Foro de las Alternativas. El evento fue la ocasión para afirmar alto y claro la prioridad de garantizar el objetivo de la soberanía alimentaria mediante la agroecología al servicio de los más desfavorecidos, a la luz de las alternativas concretas que llevan a cabo diariamente los grupos Emaús en la India, Bangladesh, Benín o Chile. Concretamente, se trata de la protección de las semillas tradicionales, el rechazo de la agricultura intensiva que agota los recursos hídricos, la fabricación de abonos y pesticidas con materias orgánicas, para dejar de recurrir a los insumos químicos y al endeudamiento que ello conlleva, y la formación en agroecología.
En solidaridad con el llamamiento a la conmemoración lanzado por La Vía Campesina desde 1996 en homenaje a las campesinas y los campesinos del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra asesinados el 17 de abril de 1996, Emaús Internacional insta a los responsables políticos a aplicar la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales, adoptada en diciembre de 2018, para evitar no solamente el debilitamiento de la agricultura campesina virtuosa y destinada a la alimentación, sino también una crisis alimentaria con consecuencias devastadoras.