Muerte de Franz Valli, figura destacada del movimiento Emaús

Nos hemos enterado, con profunda tristeza, de la muerte de Franz Valli, un hombre que ha marcado la historia del movimiento tanto con su trayectoria de vida como con su personalidad, con las acciones solidarias que llevó a cabo y las responsabilidades que ejerció.

Franz entró en el movimiento por la “ventana rota”, como se suele decir en Emaús: después de una vida como legionario, llega a Norges en 1985 como compañero y, poco a poco, pasa a ser responsable adjunto y, después, responsable de comunidad UACE[1] (en Bourg en Bresse, Le Havre, Longjumeau, Bayona, etc.).

Muchos compañeros y compañeras lo van a recordar como una persona humilde, con un corazón muy generoso, un hombre de convicciones y muy comprometido, que no dudaba en indignarse y mostrar su desacuerdo con enérgicos arrebatos. Como Secretario Nacional de la UACE, Franz siempre defendió con fervor el modelo comunitario y el lugar de las compañeras y los compañeros, según los principios inculcados por el Abbé Pierre.

Otro característica muy suya era, sin lugar a dudas, su capacidad de reunir a la gente en tornos a grandes acciones solidarias. Siempre se ha involucrado seriamente en la solidaridad del movimiento —un valor muy importante para él—, motivando a multitud de amigos y compañeros de todos los lugares y países donde estaba presente Emaús. Para él, más que una respuesta inmediata para aliviar el sufrimiento y luchar contra la indiferencia y el olvido, la solidaridad era la base, el cimiento de Emaús, así como una manera de cambiar las cosas. Con Franz no servía de nada andarse con rodeos, había que hacer las cosas con convicción.  

Muy implicado en Emaús Internacional, donde también trabajó un tiempo como encargado de proyectos, participó en campos de trabajo en América, trabajó con el programa de contenedores de África y, sobre todo, fue pionero, junto con Franco Bettoli y el Abbé Pierre, de todas las importantes acciones ejemplares llevadas a cabo por Emaús en Bosnia a partir de 1992, sin duda una de las acciones más considerables de nuestro movimiento.

Una persona muy valiente, que no dudó en cruzar las fronteras con camiones llenos de materiales, con todos los riesgos que conllevaba viajar hasta Bosnia antes de los acuerdos de Dayton de 1995 que pusieron fin a la guerra.

Una persona al servicio del movimiento

Un hombre de acción, pero también muy fiel al Abbé Pierre y al movimiento, Franz siempre priorizó lo colectivo en sus reflexiones, pues de otro modo le parecía que se malgastaban fuerzas y que todo era fútil; una persona al servicio del movimiento y de la lucha contra las causas de la pobreza, que creía en la fuerza de la acción colectiva, concreta, símbolo de nuestro compromiso político.

Franz respondió a todas las solicitudes del movimiento, a menudo superándolas: pieza clave de las Asambleas Mundiales, de 1999 en Orléans y, después, de 2012 en Anglet, fabulosamente organizadas; también le debemos gran parte del éxito del 50° aniversario de Emaús en Francia y de los primeros salones Emaús de París.

Igualmente, asumió varias veces responsabilidades y ocupó diversas funciones en el movimiento: tesorero de Emaús Francia de 1989 a 1998, miembro del Comité Ejecutivo y tesorero de Emaús Internacional a finales de los años 90; también fue administrador y tesorero del Centro Abbé Pierre Emaús de Esteville (CAPE) y presidente de Emaús Francia en 2013, pasando a ser el primer compañero que ejerció este tipo de responsabilidades.

Franz hizo suyos los valores de Emaús, con plena coherencia y sinceridad, siguiendo así el ejemplo del Abbé Pierre.

¡Franz, te estamos inmensamente agradecidos! Tu calor humano y tu acción fuera de lo común quedarán siempre grabados en la historia de Emaús y en nuestro corazones.

Patrick Atohoun, Jean Rousseau, Renzo Fior

[1] UACE : Unión de Amigos y Compañeros de Emaús