Asamblea Mundial 2022: Presentación del informe «Las Voces de Emaús» y cierre de la asamblea 

Asamblea Mundial 2022: Presentación del informe «Las Voces de Emaús» y cierre de la asamblea 

José «Pepe» Mujica, Tarcila Rivera Zea y Olivier De Schutter compartieron sus reflexiones sobre los tres requisitos para salir de la pobreza definidos en el primer informe mundial de Emaús. 

En el marco del último día de la Asamblea Mundial de Emaús Internacional 2022, el viernes 13 de mayo, se presentó en la Intendencia de Montevideo el informe “Las voces de Emaús”, que recoge las luchas contra la pobreza encauzadas por grupos Emaús alrededor del mundo.  La actividad contó con la participación presencial del expresidente José Mujica y la activista quechua y presidenta del Foro Internacional de Mujeres Indígenas, Tarcila Rivera Zea, además, el relator especial de las Naciones Unidas sobre extrema pobreza y derechos humanos, Olivier De Schutter participó en forma virtual. La moderación del encuentro estuvo a cargo del reconocido historiador uruguayo Gerardo Caetano. 

Antes de abrir el panel de discusión, la Intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, brindó a los presentes unas palabras de bienvenida. Cosse destacó que para el país y para Montevideo es «un honor y una gran alegría» que Emaús haya decidido llevar adelante su asamblea en Uruguay porque, de alguna manera, Emaús «representa el ánimo punzante en la lucha por la igualdad, la justicia y una vida mejor» para todas las personas. «La igualdad es, quizás, el motor más importante de las democracias vivas», expresó y agregó: «Son bienvenidos ahora y siempre. Les deseo lo mejor, que sigan andando y cuenten con Montevideo en su lucha por la igualdad y la justicia». 

Luego, tomó la palabra el presidente de Emaús Internacional, Patrick Atohoun, quien resaltó la amplia convocatoria de esta asamblea, realizada por primera vez en un país de América Latina. En esta oportunidad la asamblea reunió a más de 340 representantes de grupos Emaús de 34 países diferentes de cuatro continentes: tres países de Asia, siete de América, nueve de África y 15 de Europa. Asimismo, Atohoun destacó la integración del panel del evento y subrayó la importancia del informe mundial, publicado el 17 de octubre de 2021 en el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que recoge las voces de personas en situaciones de mayor vulnerabilidad y presenta alternativas y reivindicaciones para salir de la pobreza.

Tres requisitos para salir de la pobreza

Para detener el funcionamiento de un sistema profundamente desigual, que se agrava, destruye el planeta, hace retroceder la democracia y violenta el mundo, el informe plantea tres requisitos para salir de la pobreza de forma sostenible: «involucrar a las personas vulnerables para que tengan un lugar de pleno derecho en la sociedad», «situar el interés general en el centro de las políticas públicas» y «construir una economía que esté realmente al servicio del ser humano y su entorno». Estos tres puntos estuvieron en el centro del intercambio del panel.

«Muchos de nosotros, desde muy jóvenes, sabemos lo que hace Emaús en el mundo y en Uruguay. Sabemos cuál es la sociedad por la que ha luchado, lucha y luchará. En este informe mundial están los grandes temas de la agenda mundial, son los temas de todo el mundo. Esta es la agenda para un mundo mejor y un mundo distinto en el que se combine la libertad personal con la justicia social y con una perspectiva que permita dar una respuesta a todos los problemas sociales», sostuvo Caetano a modo de introducción.

El primer orador fue Mujica, que brindó una reflexión sobre los tres requisitos establecidos para Emaús y su significado en relación a su experiencia personal. «La causa que ustedes levantan con estas tres consignas, me parece central», señaló y añadió: «Quiero profundizar un poco en una cuestión individual: ¿a qué venimos a la vida? ¿Tiene sentido la vida?». 

A modo de anécdota, el expresidente de Uruguay, contó que hace «unos años» le preguntó a un hombre muy rico «¿cuándo para usted?» y éste le contestó «yo no puedo parar». Mujica sostuvo que en ese momento se dio cuenta que en el mundo «hacer plata también es una pasión». Esa situación lo llevó a mirarse a sí mismo y preguntarse sobre el sentido de la vida. «Los seres humanos de forma consciente o no, necesitamos una causa para nuestra vida y si alguien no tiene una causa se la construye el mercado y te pasará toda la vida pagando cuotas confundiendo ser con tener», manifestó. 

«Por ahí dicen que un mundo mejor es posible, pero yo no sé si lo es. Lo que sí sé es que necesario e imprescindible y estos tres requisitos que plantea Emaús dignifican a la criatura humana en un tiempo tan difícil, donde hay gente que se aburre de acumular plata e inventa el turismo espacial para mirar el planeta cuatro minutos a miles de kilómetros de distancia mientras una mujer africana camina kilómetros por dos baldes de agua. Ese mundo cómo no nos va a revelar. Por eso les agradezco lo que han hecho y lo que están haciendo», expresó Mujica. 

«La voz de quienes no tienen voz, no debe dejar dormir a los poderosos», sostiene el presidente de Emaús Internacional en la introducción del informe. Precisamente, en ese camino, la activista quechua Rivera Zea, tiene una amplia trayectoria y desde allí compartió su experiencia. «Los más excluidos soñamos con encontrar el lugar justo que nos corresponde y con un mundo en donde las diversidades y las diferencias no nos separen y que la riqueza de un diálogo de saberes, conocimientos y formas de lucha sean motivo de unión entre las personas», sostuvo Rivera Zea.

La activista peruana planteó que en el mundo hay alrededor de 480 millones de personas que pertenecen a pueblos originarios y en las Américas se concentras 55 millones de esas personas, de las cuales alrededor de 27 millones son mujeres indígenas, que sufren una doble discriminación: por su origen étnico racial y por su género.  «Las mujeres indígenas no quisiéramos que los Estados no vean como objeto de existencia, sino como sujetas de derechos y con libertad de construir nuestra vida y elegir qué queremos hacer, quiénes queremos ser, cuándo queremos ser madres o cuándo no», expresó. 

En esa línea, Rivera Zea apuntó que las mujeres indígenas han definido como prioridad dentro de la defensa de los derechos colectivos la lucha por el «territorio y los recursos naturales», porque sin ese primer elemento «no se puede hablar de los otros aspectos». Asimismo, sostuvo que las mujeres indígenas tienen grandes reclamos a nivel individual contra las diferentes manifestaciones de violencia de género a las que se ven sometidas dentro de sus comunidades. «Hay violaciones a niñas y niños menores de 12 años, niñas que se ven obligadas a parir producto de esas violaciones. En el mundo las mujeres indígenas estamos comprometidas a erradicar todas las formas de violencias en lo colectivo y en lo individual», manifestó. 

Por su parte, el relator especial de las Naciones Unidas sobre extrema pobreza y derechos humanos reflexionó sobre cómo construir solidaridad y poner el interés general en el centro de las políticas públicas. De Shutter destacó que los planteos del informe mundial de Emaús son un aporte «fundamental» para «cambiar la orientación de acciones y luchas contra la pobreza». Asimismo, sostuvo que para colocar el interés general en el centro de las políticas públicas, es necesario «crear una economía realmente inclusiva con el centro en el ser humano y la sostenibilidad», lejos de las políticas centradas en intereses económicos y en beneficio de unos pocos.

El relator especial de la ONU señaló que la incapacidad de los gobiernos de generar este tipo de políticas tiene que ver con el interés de las grandes empresas y sus presiones sobre los estados, que terminan por adoptar políticas en favor de estas empresas y en deterioro de las condiciones de vida de las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad

Construcción colectiva por la igualdad y la justicia

Emaús reivindica el rol de la sociedad civil en la defensa de las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad frente a un sistema capitalista y un mercado que establece profundas diferencias entre ricos y pobres, resumió Caetano para dar pie a la segunda ronda de intervenciones y pidió a los participantes «ilustrar el rol central, nacional y global, de los movimientos y organizaciones sociales en la lucha por la construcción de sociedades mejores». 

Nuevamente, Mujica fue el primer orador en tomar la palabra. El expresidente uruguayo centró su oratoria en el rol de la política para solventar las diferencias en las condiciones de vida entre ricos y pobres y establecer una igualdad en el punto de partida y acceso a oportunidades. «La política está muy bastardeada, pero es esencial como preocupación más allá de los partidos políticos y las definiciones porque tiene que ver con la lucha en el reparto con mayor o menor justicia en una sociedad», señaló Mujica. 

El expresidente sostuvo que desde siempre los seres humanos se «movieron en grupos» y crearon comunidad, pero a la vez los seres humanos son «individuos” porque “la naturaleza nos hace específicos». «Naturalmente los individuos chocan por sus diferencias y allí entra el papel que tiene la política para asegurar un techo común que nos ampare», expresó y agregó: «conflictos los hay y habrá siempre, alguien tiene que amortiguar esas diferencias y ese es el papel de la política. Por esto, importa cómo se ejerce la política y para qué».

En ese sentido, Mujica planteó que la responsabilidad política «no debe de recaer sobre gente que aspira a vivir como viven los sectores más acomodados y enriquecidos de la sociedad porque se termina pensando como ellos”. “Hay que tener presente el camino de las ideas, pero también el camino de las conductas. Hay encuestas en América Latina que nos dicen que alrededor del 27% de los latinoamericanos está de acuerdo con los gobiernos autoritarios y eso es porque la democracia está perdiendo prestigio porque la política recae sobre gente que en su forma de vivir se desprende totalmente de como vive el pueblo común», sostuvo. Mujica enfatizó que la política «no es una profesión para enriquecerse, sino que es una pasión de sociedad». 

Por su parte, Rivera Zea agregó al planteo de Mujica la «responsabilidad de los Estados cuando acceden al poder en representación de la ciudadanía». «Me pregunto por qué el poder marea tanto y nos hace perder el camino», sostuvo y planteó que la decepción de los pueblos en estados democráticos responde, justamente, a «el mal ejercicio del poder que ellos mismos dieron a esos gobernantes». 

Otro elemento de importancia para la activista tiene que ver con «la formación de la consciencia de derecho que debe tener toda ciudadana o ciudadano» y en ese aspecto, para Rivera Zea, la educación tiene un rol central. «En la región hay países donde la educación pública no tiene la calidad que debería tener para formar sujetos con derechos y que no crean que el Estado es Dios», expresó y continuó: «el contenido del sistema educativo de nuestros países tiene que cambiar para generar nuevas formas de ser ciudadano con derechos y que, al mismo tiempo, estos sujetos puedan participar en la conducción de esperanzas de ese pueblo, que lleguen al poder y no olviden que no somos solos y que hay que mirar alrededor». 

Asimismo, sostuvo que la educación es la herramienta principal para brindar formar individuos que no dependan de los programas de los estados dirigidos a la pobreza que ven «al otro como inútil y solo sujeto de recibir caridad». «América Latina es la región más desigual y también la más corrupta. El asunto es cómo lograr el cambio, a dónde miramos, con quienes caminamos», apuntó.

Al final el evento, el presidente de Emaús y la delegada general del movimiento, Nathalie Péré- Marzano, agradecieron a Mujica y Rivera Zea su participación en el evento público y les entregaron «las resistencias», un reconocimiento de Emaús por su labor como actores sociales. Luego de las intervenciones, se abrió paso a la presentación artística de “La Maleza”, grupo de percusión integrado por mujeres defensoras de la diversidad y los derechos humanos. 

Cierre de la Asamblea Mundial

Este evento clausuró la Asamblea Mundial, en la que los participantes adoptaron varias resoluciones y una declaración final.

Ante los grupos miembros del movimiento, Patrick Atohoun insiste en que «debemos poner en valor la declaración final, ya que traduce el deseo colectivo del movimiento de preservar nuestro legado para que nos siga inspirando, tanto dentro como fuera del movimiento. Debemos hacer todo lo posible para animar y participar en todos los espacios de diálogo que existen en nuestro movimiento, involucrando juntos a cada persona y a cada miembro en la plena aplicación de las resoluciones adoptadas por una amplia mayoría».

>> Leer las resoluciones adoptadas

>> Leer la declaración final