Libertad de circulación

“Aparece el riesgo de los contratos de conveniencia, con los que los falsos empleadores van a poder llenarse los bolsillos a expensas de los migrantes.”

“Aparece el riesgo de los contratos de conveniencia, con los que los falsos empleadores van a poder llenarse los bolsillos a expensas de los migrantes.”

Franco Monnicchi, presidente de Emaús Italia, es un ferviente defensor de la libertad de circulación. Le preguntamos por las razones que llevaron al gobierno italiano a regularizar la situación de personas indocumentadas durante la Covid-19. Compara la situación con la de Portugal, que también tomó esta decisión.

Desgraciadamente, los motivos de esta regularización desde la crisis de la Covid-19 no son las mismas que en Portugal. Allí, hay una perspectiva sistémica y cultural, mientras que en Italia diría que se trata de una medida puntual y oportunista, una decisión impulsada por una necesidad urgente de mano de obra. Las decisiones racistas del pasado, aprobadas a través de los llamados “decretos de seguridad” todavía en vigor —que no aportan ninguna solución, sino que discriminan en función del origen, al denegar los trámites virtuales de acogida y regularización— no se están cuestionando. Aunque por una parte se reconozcan determinados derechos, permitiendo a veces una regularización temporal (de 6 meses) de las personas que trabajan en ciertos sectores considerados esenciales para los italianos (la agricultura, la asistencia sanitaria, las tareas domésticas o la ganadería), no ocurre lo mismo en otros sectores que concentran una mano de obra migrante (construcción, hostelería, limpieza, etc.). Y, sobre todo, aparece el riesgo de los contratos de conveniencia, con los que los falsos empleadores van a poder llenarse los bolsillos a expensas de los migrantes.

Por no mencionar el coste económico elevadísimo para las propias personas migrantes. A esta política cortoplacista le falta valor y se basa únicamente en el miedo y el consenso, en lugar de basarse en principios de sostenibilidad, justicia y futuro, abordar los verdaderos problemas y otorgar dignidad humana a cualquier persona. Según cómo se mire la cuestión, el vaso está medio lleno o medio vacío.

En Emaús consideramos que la solución ideal sigue siendo la libre circulación de las personas y la modificación sustancial o la derogación de las reglas actuales mencionadas más arriba. Sin embargo, también es importante aprovechar los pocos aspectos positivos de las legislaciones más recientes.

Siempre hay un margen de acción posible, implicando a las personas vulnerables y sus realidades sociales y acompañando a los migrantes en su búsqueda de empleo. También hay que sensibilizar a los empleadores, orientándolos especialmente hacia los trámites de regularización, pero también luchando contra la compraventa de contratos falsos y respaldando las acciones y campañas a favor del trabajo digno y legal. Y, por supuesto, seguir haciendo lo que hacemos: acoger de manera incondicional a cualquier persona en dificultad y contribuir a su rescate tanto por tierra como por mar, junto con las organizaciones humanitarias como Mediterranea.

Franco Monnicchi
Presidente de Emaús Italia