AM 2016 : Miguel Ángel Tuctuc, “Siempre intentar resolver las necesidades”

AM 2016 :  Miguel Ángel Tuctuc, “Siempre intentar resolver las necesidades”

Miguel Ángel Tuctuc viene de la comunidad de San Juan Comalapa en Guatemala. Su encuentro con Lucy Poulin, fundadora de Emaús H.O.M.E (Homeworkers Organized for more Employment) en Estados Unidos, será fundamental para crear a su vez una comunidad en Guatemala.

Miguel Ángel Tuctuc tuvo que dejar a su país antes de los quince años huyendo del servicio militar obligatorio en Guatemala que estaba exigido en aquel entonces a partir de los doce años. Vivirá algunos meses en México, luego en Estados Unidos y regresará finalmente a su tierra, convencido de que para vencer la pobreza hay que actuar.

¿Cómo conociste al movimiento Emaús?
Me fui muy joven de Guatemala. Estuve algunos meses en México trabajando y con algunos amigos que conocí en el camino, decidimos cruzar la frontera con Estados Unidos. El trabajo era duro e impregnado de desesperación. Buscaba una vida mejor, decidí entonces ir a Canadá. En la frontera, había un centro de refugiados gestionado por Lucy Poulin quien era también la presidenta de Emaús H.O.M.E en Estados Unidos. Me acogió y quería ayudarme a conseguir un lugar de vida en Canadá. Empezamos a conversar y me preguntó cuales eran los motivos de mi presencia aquí, tenía entonces quince años. Le conté que no quería saber nada de mi servicio militar en Guatemala y así fue que me ayudó a conseguir un techo, un hogar. Acepté su propuesta, mi intención no era de ganar dinero, sino de buscar una vida mejor. Los años pasaron, y después de los acuerdos de paz, regresé a Guatemala. Desde 1996 formamos un pequeño grupo Emaús, trabajando con la artesanía. Trabajamos principalmente con mujeres, viudas y madres aisladas; tratamos de proponerles un trabajo, un salario; no es suficiente para vivir, pero intentamos capacitarles enseñándoles una profesión, para que puedan defenderse en el mundo exterior.

¿Cuál es tu papel en el grupo?
Por ahora, solo somos seis personas, soy el tesorero. No disponemos de muchos recursos, tenemos cinco voluntarios y un único asalariado que gana el sueldo mínimo. Trabaja de 7h de la mañana hasta las 4H de la tarde; recibe a las personas que necesitan por ejemplo de ropas para sus hijos, tienen un costo pero si no pueden pagar se lo regalamos. Personas llegan también porque no tienen adonde ir, pasan el día, se bañan, se cambian, se alimentan y se van. No tenemos un lugar donde se puedan quedar pero les recibimos de día.

¿Qué significa para ti ser compañero?
Me gusta el espíritu del movimiento de Emaús. La idea es intentar entenderse y compartir ideas, intentar hacer lo mismo en varios lugares. Trabajamos sobre la acogida de personas, es el mismo trabajo que hacen otros grupos en diferentes países; creo entonces que poco importa si vivimos en un país desarrollado o no, siempre habrá necesidades, diferentes cierto pero necesidades igual. La idea es de poder ayudarse, y es lo que me encanta de Emaús, siempre intentamos resolver las necesidades.

¿Qué imagen guardas del Abbé Pierre?
Tenia un muy gran espíritu, generoso y humilde a la vez. Sentía lo que los demás podían sentir y podía compartir sus sentimientos. Es lo que intentamos perpetuar dentro de nuestro grupo, su pensamiento, lo que hizo, lo que creó. Siempre dijo alto y claro lo que pensaba, sabia ver las cosas e intentaba buscar soluciones, no sólo claro, sin embargo sabía conseguir apoyo, ayuda y así pudo ayudar. Me digo que si alguien pudo hacer lo que hizo, de repente no lo lograré sólo, pero por lo menos lo intentaré, haré todo lo posible para hacerlo.