Cuando se creó en 2008, Emaús Vila Velha contó con el apoyo económico de la comunidad vecina, Amor e Justiça, y con la experiencia de su fundador, Airton Barreto.
Los 41 compañeros de Emaús Vila Velha realizan 40 recogidas al día, que sirven para alimentar la trapería. A continuación, los objetos pasan por los distintos talleres de reparación: informática, carpintería y electrónica.
Desde 2014, el grupo ofrece clases de apoyo escolar a unos 60 niños, insistiendo en la lectura, la escritura, el medio ambiente y la alimentación. El grupo contrata los servicios de una enferma, que ofrece una atención básica a mujeres, niños y personas mayores del barrio, así como a los compañeros. Además, Emaús Vila Velha organiza campañas de sensibilización sobre las enfermedades de transmisión sexual, trabaja la cuestión de los derechos humanos con las autoridades locales y ofrece sesiones de formación y apoyo jurídico a los más desfavorecidos.