El compartir y la solidaridad que el movimiento desea vehicular a nivel global requieren definir y coordinar dinámicas de solidaridad internacional para que los grupos de todo el mundo dispongan de medios para llevar a cabo sus luchas. 

En nombre de la solidaridad, la Carta de Identidad y Pertenencia al movimiento invita a cada organización miembro de Emaús Internacional a «Participar en la solidaridad común a nivel local, nacional, regional o internacional, empleando recursos humanos, materiales y financieros, según sus posibilidades». Así, participan en la solidaridad internacional mediante la creación de un fondo común, que se redistribuye siguiendo un sistema participativo y transparente del movimiento. 

La Asamblea Mundial de Sarajevo de 2007 confirmó «que todos los grupos miembros de Emaús Internacional tienen el deber de realizar una venta solidaria anual […] y entregar la totalidad de los ingresos a Emaús Internacional, en beneficio de las acciones de solidaridad del movimiento». Esta venta anual es el principal recurso del movimiento para poner en marcha los programas de solidaridad coordinados por Emaús Internacional: el programa anual de solidaridad, el programa de contenedores, el programa de vivienda financiado por la Fundación Abbé Pierre, los programas colectivos y las emergencias. 

Como complemento de las ventas anuales, algunos grupos del movimiento aportan contribuciones adicionales para acciones específicas. El fondo común se desglosa en cuatro fondos específicos: apoyo a los grupos y a las regiones, acceso a los derechos, acciones y campañas de incidencia política y, por último, apoyo a alianzas. Constituye una base financiera sólida, de la que Emaús Internacional se sirve para llevar a cabo sus luchas y acciones de manera autónoma.

Consultar el último balance de la solidaridad de Emaús Internacional