Debemos detener el retroceso del derecho internacional

Declaración del Consejo de Administración / Noviembre de 2024
Emaús Internacional, en la reunión de su Consejo de Administración del 25 al 29 de noviembre de 2024, hace un llamado solemne a todos los países de las Naciones Unidas para que reflexionen sobre los desafíos históricos actuales en el derecho internacional.
El Movimiento Emaús señala que cada vez más Estados están denigrando y socavando los fundamentos del derecho internacional, incluidos aquellos que han contribuido de manera más activa en la construcción de esta protección legal internacional. Esta actitud es extremadamente peligrosa y reprochable.
Existen muchos ejemplos del fracaso de esta protección. De hecho, la guerra actual en Palestina y el Líbano es una flagrante y desgarradora imagen de ello.
Tomamos nota del actual alto al fuego en el Líbano y pedimos a los bandos enfrentados que lo respeten y que se comprometan a hacer de ello un punto de partida para una paz duradera.
Sin embargo, este alto al fuego está lejos de poner fin al conflicto en la región. Ahí las violaciones del derecho internacional y de lo derechos humanos siguen siendo alarmantes.
Es inaceptable que no se respeten las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas pidiendo el fin del conflicto y que no se impongan sanciones efectivas contra los beligerantes.
Es inaceptable que las resoluciones del Consejo de Seguridad y del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, exigiendo el alto al fuego y el fin de la venta de armas a Israel, queden en papel mojado.
Es inaceptable que Estados democráticos como los Estados Unidos o Israel desprecien y denigren las decisiones del ICJ y del ICC sobre la posibilidad de que se estén cometiendo crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en estos territorios.
Para terminar, el Movimiento Emaús condena firmemente el uso de fuerza militar contra las poblaciones civiles e infraestructuras. Las llamadas víctimas “colaterales” son, ante todo, civiles, víctimas inocentes y no combatientes. Asimismo, las operaciones militares no pueden justificar la destrucción sistemática de hospitales, escuelas y hogares. Se trata más bien de una estrategia obvia para expulsar a la población civil y evitar su retorno.
Las consecuencias de la reiteración de estas violaciones del derecho internacional ponen en tela de juicio la seguridad de las personas y de los Estados, construida con esfuerzo a lo largo de los últimos 70 años, y todas ellas representan ataques directos contra nuestra humanidad. La reciente elección de cabezas de estado que manifiestan abiertamente su apoyo a líderes opresores constituye una profunda fuente de preocupación. El hecho de no actuar ni reaccionar refuerza la legitimidad de las acciones de los líderes extremistas que no respetan la democracia, la libertad, las vidas de otras personas del mundo y amenaza la libertad y la supervivencia de países como el Líbano, Palestina y Ucrania.
Emaús Internacional hace un llamado a los líderes mundiales para que asuman sus responsabilidades y a las personas para que reivindiquen de forma democrática su compromiso de respetar el derecho internacional, el último bastión contra el retorno de las guerras, los crímenes y el sufrimiento a escala global.