Implicación de las personas vulnerables

Desde el principio, gracias al impulso del Abbé Pierre, el movimiento Emaús se ha construido acompañando, involucrando e integrando a las personas a las que acogía.

Poco a poco, ha ido creando más espacios de formación, debate y toma de decisiones para aportar a las personas desfavorecidas los medios de ser actores solidarios y de transformación social. La lucha contra las desigualdades y la pobreza no podrá llevarse a cabo sin implicar a las personas directamente afectadas.

Sin embargo, este imperativo de participación tiene cada vez menos peso frente a los intereses económicos y privados. Esta tendencia a excluir a las personas directamente afectadas de la elaboración de políticas que las conciernen es peligrosa para la democracia.