«El movimiento Emaús nació en noviembre de 1949 del encuentro entre hombres conscientes de su situación privilegiada y de sus responsabilidades sociales frente a la injusticia, y hombres que ya no tenían una razón para vivir, habiendo decidido tanto unos como otros aunar sus voluntades y esfuerzos para ayudarse mutuamente y socorrer a quienes sufren, convencidos de que, salvando a los demás, uno puede salvarse a sí mismo». Fragmento del Manifiesto Universal del movimiento Emaús (1969) 

Los cimientos de Emaús Internacional: el encuentro 

El movimiento Emaús se forjó a partir de ese encuentro inicial entre el Abbé Pierre y sus primeros compañeros y, a través de experiencias concretas, construyó los principios fundamentales que hoy siguen guiando su acción: 

En 1954, ante la dramática falta de viviendas y la inacción de las autoridades francesas, tras haber buscado en vano una solución por la vía legislativa, el Abbé Pierre realiza su célebre llamamiento del 1 de febrero, que tendrá una repercusión mundial. A partir de entonces, el Abbé Pierre viaja por todo el mundo allá donde lo invitan a dar conferencias y se implica en una lucha internacional contra la pobreza en todas sus formas: vivienda, alimentación, trabajo, sanidad, educación, etc.

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Estos nuevos encuentros permiten constituir progresivamente una red de organizaciones, que se reunirán en 1969 en Berna, Suiza, para adoptar el Manifiesto Universal, texto fundador del movimiento Emaús. Así nace Emaús Internacional. A partir de 1971, con ocasión de la primera Asamblea Estatutaria de Emaús Internacional, se forma la Secretaría Internacional de Emaús (SIE) para asegurar la conexión entre sus organizaciones miembro y la coordinación de sus acciones.

El Manifiesto Universal define los principios fundamentales de la acción del movimiento Emaús, que se resumen así: «Servir primero a quien más sufre» y «Despertar las consciencias y compartir las luchas (…) hasta la erradicación de las causas de toda forma de pobreza».

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Metas y misiones de Emaús Internacional

Emaús Internacional se define como un movimiento que lucha contra la pobreza y sus causas a través de acciones de terreno y de la incidencia política. Su particularidad consiste en ser un movimiento construido a partir del encuentro de personas que viven en situación de exclusión y personas con trayectorias de vida más privilegiadas, que construyen juntas alternativas para salir de la pobreza y permitir que toda persona pueda llevar una vida digna. 

Emaús lleva a cabo en todo el mundo actividades económicas a nivel local, junto con las poblaciones más desfavorecidas, para restaurar el acceso a sus derechos fundamentales. Igualmente, realiza acciones de incidencia política a partir de su experiencia, para mostrar que las alternativas a las injusticias son posibles y necesarias. 

La meta principal de Emaús Internacional es servir de órgano de enlace y de ayuda mutua entre sus miembros del mundo entero, reforzar la identidad del movimiento y garantizar que las actividades de sus miembros sean coherentes con el Manifiesto (ver Estatutos de Emaús Internacional). 

Sus misiones principales han cambiado significativamente a lo largo de las Asambleas Generales, respetando al mismo tiempo el sentido de las misiones fundadoras. Estas se resumen a continuación: 

A partir de estas misiones, la Asamblea General establece las orientaciones de Emaús Internacional aproximadamente cada cuatro años.

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Conocido a nivel internacional, el Abbé Pierre recorrió el mundo a partir de los años 50 suscitando ya desde entonces la creación de comunidades Emaús o la conexión entre numerosas iniciativas locales de ayuda a personas vulnerables. Hoy, las 425 asociaciones miembro se organizan para afirmar juntas que es posible construir un mundo justo y solidario.

El compartir y la solidaridad que el movimiento desea vehicular a nivel global requieren definir y coordinar dinámicas de solidaridad internacional para que los grupos de todo el mundo dispongan de medios para llevar a cabo sus luchas.