Para comprender el movimiento Emaús hay que conocer dos historias: la de su creación y la de su desarrollo. La primera ocurre en Francia, cuna de las primeras comunidades. La segunda se produce a nivel internacional, siguiendo los pasos del Abbé Pierre por el mundo. 

La historia colectiva de Emaús comienza en Francia a finales de los años 40. Mientras que el país se recuperaba a duras penas de las consecuencias de la guerra y albergaba a miles de personas sin hogar, el Abbé Pierre compra una casa en Neuilly-Plaisance y se rebela contra la precariedad de la vivienda. Se le unen decenas de hombres y mujeres y, juntos, crean la primera comunidad Emaús. Ante la pasividad del gobierno, el Abbé Pierre lanza un llamamiento radiofónico conmovedor el 1 de febrero de 1954, en el que pide «socorro» a sus conciudadanos. 

El eco de este llamamiento no solo en Francia sino a nivel mundial desencadena inesperadamente el crecimiento del movimiento Emaús. Entre 1955 y 1963, el Abbé Pierre recibe invitaciones de todo el mundo para hablar de su iniciativa y de su lucha contra la pobreza. Mientras en Francia se multiplican las comunidades Emaús, él recorre el mundo y fomenta la creación de comunidades en Europa, América y Asia. A través de sus viajes y visitas, el Abbé Pierre federa numerosas iniciativas locales de lucha contra la exclusión. Al sentirse identificados con los valores y las prácticas solidarias de Emaús, estas organizaciones se unen al movimiento, para satisfacción del Abbé Pierre. 

Su conocimiento del mundo, de los retos internacionales de los países en desarrollo particularmente y de las problemáticas relacionadas con el incumplimiento de los derechos fundamentales de cada persona, independientemente de dónde viva, del país, o del continente, fueron el centro de las reflexiones y acciones del Abbé Pierre y, por tanto, del movimiento Emaús desde sus inicios.  

Descubre las etapas principales del desarrollo de Emaús en las siguientes páginas: